El origen de todo

El número Pi es como se define en la wikipedia es la relación entre la longitud de una circunferencia y su diámetro.​ Es un número irracional²​ y una de las constantes matemáticas más importantes. Se emplea frecuentemente en matemáticas, física e ingeniería. El valor numérico del número PI está acompañado de infinitos decimales.

El número Pi ya existía en el antiguo egipto y prueba de ello es el papiro de Rhind o el papiro de Moscú.

El numero Pi se conmemora el 14 de Marzo en honor a su aproximación (3,14). Matemáticos y profesores de varias escuelas del mundo organizan fiestas y reuniones en esta fecha.

Mi hijo en su afán de aprender todo lo que le rodea y tras explicarle que el numero PI se encuentra en todo objeto circular por muy cotidiano que sea; Se ha aficionado también a desafiarme a memorizar cuantos más decimales sea posible de tan curioso número. Lo que de verdad es impresionante es que a sus tan solo 6 años de edad ya retiene en su memoria un total de 25 decimales. Para él no deja de ser un juego, para mi una extraña forma de entrenar su memoria.

Entrenar la memoria

Como antes he reseñado en la reciente afición de mi hijo. Entendemos la capacidad de memorizar como una habilidad que nos permite clasificar, interpretar y almacenar la información. La memoria como cualquier habilidad mental está  asociada al aprendizaje. Es decir recordar lo aprendido, entendiendo y ordenando a posterior. Cada vez que aprendemos algo relacionamos este nuevo recuerdo con los anteriores que ya tenemos en nuestra mente.

Los recuerdos y nuestra memoria funciona de forma natural sin que ello tenga que suponer ningún esfuerzo. Por ello, es aconsejable entrenar en los niños habilidades que les permitan mejorar la atención y la capacidad de recordar. 

Curioso juego el de mi hijo en el que a pesar de lo poco racional de estas cifras, este encuentra relación posible a tan complicado acertijo para ordenarlas en su cabeza.

Maleta, mochila o como decidamos llamarle es un estupendo proyecto para fomentar el aprendizaje de nuestros hijos y hacernos partícipes también a los padres de la enseñanza de estos.

Nuestro asombro cuando hemos comprobado que mi hijo Pablo ya reconoce y ordena el solo los números del 1 al 10. El cuento de “Tripolin” aunque con un vocabulario poco comprensible para su edad, también nos ha parecido muy instructivo. Lo más destacado las cartas y sus dibujos. Son de lo más didáctico. Me recuerda a mi primera cartilla Palau, llena de imágenes que forman parte de mis recuerdos más tempranos. Espero que también a ellos les sirvan para que se inicien en el aprendizaje en la lectura.

Pero lo mejor sin duda el listado de cuentos que recomiendan dependiendo de los sentimientos, emociones y valores que queremos instruir a nuestros hijos. Algunos de ellos se encuentra en formato “videocuento” una muy buena forma de despertar su interés por los libros.