Según la wikipedia “Procrastinar” es la acción o hábito de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables por miedo a afrontarlas.

Pues bien he aquí uno de los grandes problemas del docente. Con la mejora de las redes y la inclusión en nuestras vidas de nuevas tecnologías nos vemos obligados a innovar los métodos habituales de enseñanza.  A algunos les viene grande, no son capaces de cambiar las aulas por el teletrabajo en casa o se les hace una odisea tan solo enviar un email.

Debemos de ser positivos al cambio incluso cuando este nos incomode porque nos obliga a esforzarnos. La consecuencia negativa de todo es que hay docentes que prefieren hacer uso de videotutoriales que ya existen o distribuir a golpe de retwitter información sobre la materia impartida.  Mucho peor es cansar al que recibe la formación con numerosos trabajos y actividades que no ayudan al aprendizaje de la materia. El alumnado necesita un feedback. No basta aunque es la opción más sencilla, con abandonarles en la autoenseñanza.

Claro ejemplo el del profesorado de este país en tiempos como el del confinamiento. En el que en su inmensa mayoría no son capaces de abordar la enseñanza online o monitorizada. En su defecto han delegado la docencia a los padres, colapsando al alumnado de tareas y ejercicios.

Otros simplemente se han dedicado a crear grupos y compartir información en algunas de las muchas aplicaciones que nos ofrece la red:  Whatsapp, Facebook, Google Drive, ClassDojo, Plus Student, Newsletter, Zoom, Hangouts Meet, Google Meet, GoConqr, Nearpod,  iDoceo, Socrative, Remind, Box, Thinglink, Plickers, ClassroomScreen, Quizizz y algunas muchas otras.

¿Pero saben usarlas? No, en su inmensa mayoría no saben. El profesorado necesita reciclarse y formarse en este aspecto. Ello les obliga a procrastinar dejando a un lado su labor de docente sin afrontar la formación de nuevas tecnologías.

Si me permiten una cita de Adriana Araque, pedagoga y directora de innovación pedagógica en el CESA (latino américa).

“El desafío de un docente de este siglo está en generar experiencias de aprendizaje para motivar la capacidad de asombro de los estudiantes”.