• El cole en casa

    La Maleta Viajera de Pablo

    Maleta, mochila o como decidamos llamarle es un estupendo proyecto para fomentar el aprendizaje de nuestros hijos y hacernos partícipes también a los padres de la enseñanza de estos.

    Nuestro asombro cuando hemos comprobado que mi hijo Pablo ya reconoce y ordena el solo los números del 1 al 10. El cuento de “Tripolin” aunque con un vocabulario poco comprensible para su edad, también nos ha parecido muy instructivo. Lo más destacado las cartas y sus dibujos. Son de lo más didáctico. Me recuerda a mi primera cartilla Palau, llena de imágenes que forman parte de mis recuerdos más tempranos. Espero que también a ellos les sirvan para que se inicien en el aprendizaje en la lectura.

    Pero lo mejor sin duda el listado de cuentos que recomiendan dependiendo de los sentimientos, emociones y valores que queremos instruir a nuestros hijos. Algunos de ellos se encuentra en formato “videocuento” una muy buena forma de despertar su interés por los libros.

    https://www.youtube.com/watch?v=S-PTa20NNrI
  • Mi Tiempo

    Yo como comida real

    “Yo como comida real” era el lema de unos talleres de cocina saludable para niños al que hace años asistió uno de mis hijos.

    No se si será nuestra afición por la cocina de siempre. La intención de crear unos hábitos alimenticios sanos que ahora promueven en el colegio o sencillamente un conjunto de todo ello. Pero lo cierto es que mi hijo aprecia las comidas sencillas. Disfruta con las legumbres y la verdura y aprecia el sabor de las especias en su justa medida en cualquier comida.

    Deberiamos promover los hábitos saludables entre nuestros hijos y renunciar a la comida procesada aunque a veces nos la vendan como una ventaja para quiénes no tienen tiempo en la cocina.

    Apostemos por lo natural sin azucares añadidos ni potenciadores del sabor. Seguramente en un futuro nos lo agradecedran. Por ello insisto en que -yo también como comida real-

  • Mi Vespa

    VIII Concentración vehículos clásicos de Carmona

    Premio

    Un año más la Hermandad de la Humildad y Paciencia de mi ciudad ha organizado la concentración de vehículos clásicos para el disfrute de los amantes de lo antiguo.

    Seicientos, escarabajos, cuatro latas, dos caballos, osas, bultacos y algún tiburon entre otros se pudieron ver en esta original concentración. Con una gran participación de curiosos y aficionados.

    Mi asombro cuando de entre los casi doscientos inscritos, mi 125N de 1958 fue la ganadora a la moto más antigua.