• Mi Tiempo

    Benito

    Desde que mi hijo Ignacio tuvo la capacidad de entender lo razonable, trate de despertar en él su interés por el ahorro.
    Al principio fue un juego en el que se trataba de colar las monedas por la rendija de una hucha, luego todo se hizó más familiar. Su cerdito de barro ahora se llama Benito, y según mis hijos engorda con las monedas que se traga a diario.

    Se ha convertido en tradición el romper a Benito una vez al año, coincidiendo con el cumpleaño de cada uno de ellos. Con el martillo del abuelo en mano, basta con un par de golpes para que Benito nos brinde su botín de monedas acumuladas durante todo un año. Al día siguiente vamos a la casa del dinero (banco) para guardarlo en una cuenta común con los ahorros de ambos.

    Espero que no pierdan estas costumbres. Al menos que mantengan a lo largo de sus vidas el sentido de guardar lo que no necesitemos en un determinado momento, para cuando nos pueda hacer falta.

    Este instinto del ahorro es tan ancestral que se diría natural en el hombre e incluso en animales. Quien no ha visto un perro enterrar un hueso para rescatarlo meses despues y saborearlo durante unos minutos. Quien no ha oido hablar de la fabula de la cigarra y la hormiga.

    No me gustaría que mis hijos vivieran como hormigas sin disfrutar de la vida, pero tampoco me hago a la idea de que sean solo cigarras. Mientras se hacen grandes seguiré enseñándoles los valores de aquello que creo razonable.

  • Mi Tiempo

    Papa quiero ser astronauta

    Me gusta jugar con mi hijo a despegar en su nave espacial con destino a la Luna o Marte. El nunca va solo, lleva consigo a Ham o Baker, sus compañeros de viaje en su cohete Apolo.

    Quizas yo he sido el culpable, quien en mi afan de que aprendiera algo de nuestro sistema solar y la carrera espacial, he despertado en él el sueño de viajar a otros planetas.

    Me asombra con la capacidad de imaginar que cuenta las cosas. Me mira fijamente, se le iluminan los ojos y me susurra al oido para invitarme a jugar con el; Papi tu eres un marciano que vive en un crater y yo voy en mi nave diciendo «Houston tenemos un problema». ¿Vale?

    No me resisto a seguir enseñandole las azañas de Laika y los primeros astronaunas de la historia, casualmente perros y monos . Dibujamos planetas y coloreamos cohetes en su pizarra. Aunque para el es un juego. ¿Que mejor manera que aprender jugando?

  • Mi Tiempo

    ¿Quieres un dinosaurio?

    4Con la excusa de un proyecto escolar para mi hijo Ignacio hemos pasado la tarde haciendo dinosaurios de cartón. Se trataba de que niños de 3 años conocieran algunos dinosaurios y que mejor forma de aprender que creándolos con cartón. Haz tu propio dinosaurio, solo necesitas un tubo de cartón reciclado como los que encontramos en los rollos papel higiénico o en el papel absorvente de cocina, unas tijeras, un rotulador, tempera del color que más nos guste y algo de imaginación.

    Aquí te dejo una guía paso a paso de como hacer este simpático Diplodocus con tubos de cartón. Nosotros ya lo hemos hecho en casa. ¿Te atreves a hacerlo tu?. Es realmente sencillo y rápido con lo que permite la participación de los más pequeños de la casa.

    trex-d14También os adjunto un recortable del famoso Tiranosaurus Rex que forma parte de la colección de recortables del diseñador ingles Rob Ives. Este y otros recortables puedes encontrarlos en su web www.robives.com. Los recortables se venden y su coste depende de la complejidad, siendo su coste desde 1,50 a 3,50 dolares. Para lo cual es necesario estemos registrados en su web para tener acceso a la compra electrónica y su descarga. Existen multitud de diseños, espero que os guste. A continuación agregaré una galeria con las instrucciones de montaje. Si alguien está interesado en este recortable en concreto puedo mandarle la plantilla en formato pdf por email para su impresión.

    trex-d15

  • Mi Gastronomia

    Bizcocho casero

    Quien no ha hecho alguna vez un bizcocho de los de antes en casa. Aunque su receta ha sido publicada en infinidad de ocasiones, no esta de más que la recordemos por si alguno de vosotros aún no se a atrevido con ella. De momento aquí os pongo el resultado de un bizcocho buenísimo que hice el fin de semana con la ayuda de mi hijo Ignacio .

    Ingredientes

    • 1 vasito de yogur de sabor limón.
    • 1 vasito de aceite de girasol la medida del yogur.
    • 2 vasitos de azúcar, dos veces la medida del yogur.
    • 3 vasitos de harina de repostería, tres veces la medida del yogur.
    • 3 huevos.
    • 1/2 sobre de levadura
    • Ralladura de limón
    • Mantequilla para untar el molde

    Preparación

    Separamos las claras de los huevos, reservando las yemas para más adelante. Batimos las claras hasta llevarlas a punto de nieve. Podemos ayudarnos de una varilla mecánica o mezclador. Una vez terminado, agregamos los dos vasos de azúcar y continuamos batiendo hasta que este disuelta por completo.

    Agregamos el yogurt y el aceite de girasol y mezclamos por completo. Tamizamos la harina, para lo cual podemos ayudarnos de un matiz o un colador. Con ello pretendemos incluir el máximo de aire en la mezcla para que el resultado sea esponjoso.

    Incorporamos poco a poco la harina para que nuestra mezcla vaya ganando consistencia hasta formar una pasta homogénea y agregamos la raspadura de un limón.

    Precalentamos el horno a 180 º, y embadurnamos con mantequilla el molde o bol donde pondremos nuestra mezcla. Podemos ayudarnos de colocar en el fondo un papel de horno para que nos sea más facil desmoldarlo una vez cocinado.

    Finalmente horneamos durante 35 minutos y dejamos enfriar antes de desmoldar. Buen provecho!!