• Mi Tiempo

    Planificar

    Los grandes proyectos de la historia de la humanidad han tenido soporte en una planificación y el éxito o fracaso depende en gran medida de esta.

    Previos al descubrimiento de América, el propio Cristóbal Colón y los entonces Reyes Católicos recogían en el documento de las Capitulaciones de Santa Fe las condiciones en las que se planeaba llevar a cabo la expedición.

    El desembarco de Normandía, el rescate a los mineros de Chile o el proyecto del primer cuadriciclo de manos de Henry Ford. Todo termina mejor con una buena planificación.

  • Mi Vespa

    Vespa 125N Mod 1960

    El primer chasis convencional que se mantendría hasta la actualidad fue el de la vespa 125N de 1960. Innovadora como su hermana mayor la 150S, esta vespa de curvas atrevidas y con un nuevo motor de tres marchas. Hacía innovador el chasis de la vespa que ahora perdía el hueco delantero del carburador y que permitía acceder fácilmente al motor ya que el cofano se podía desalojar completamente de la moto.

    Aún así comparte numerosas semejanzas con su predecesora la 125N motor de boccolo. De esta heredaría la horquilla, el manillar, velocímetro, guardabarros, piloto y hasta el emblema con el letrero “Vespa” de su frontal.

  • Mi Vespa

    Vespino 1968. ¿Restaurar o conservar?

    A veces me planteo si hacer una restauración a fondo o solo conservar, reparando lo esencial. Para elegir bien también debemos de mirar el estado de conservación del vehículo, si presenta daños importantes y sobre todo si podemos mantener esa esencia de lo antiguo.

    Los más puristas en este aspecto siempre prefieren mantener a toda costa, son apasionados del oxido y lo desgastado. No hablan de pintura en mal estado sino de “original paint”. Pero conservar también requiere de limpieza, pulir, cambiar y reparar las partes desgastadas para que aun sin haber hecho una restauración a fondo, el vehículo tenga un estado de mecánica perfecto.

    Pues mi decisión con este vespino ha sido la de conservarlo. Limpiarlo a fondo, cambiar las partes gastadas que necesiten de reparación. Todo ello sin que pierda la esencia del tiempo. Esta opción me permitirá también en un futuro y si lo creo conveniente, restaurarlo si fuera necesario.

  • Mi Vespa

    Vespino 1968. Preparando el motor I

    Voy a detallar los distintos pasos para preparar el motor de mi nuevo vespino. Ni que decir antes que le falta el carburador un IRZ 12/12 que montaba el primer modelo de la época.

    Es fácil desmontarlo del bastidor, tan solo desconectar la toma del circuito eléctrico y loca cables de acelerador, des-compresor, aire, freno trasero y cambio a bici/moto. Una vez quitamos el tornillo pasante del bastidor y el amortiguador trasero el motor queda liberado.

    El siguiente paso será limpiarlo con gasolina hasta que eliminemos toda la grasa y el barro incrustado. Finalmente lo terminaremos de limpiar con estropajo jabonoso y quitagrasas para eliminar los últimos restos de grasa. Este estropajo lo podemos encontrar en cualquier cadena de supermercados. Yo los he comprado en Mercadona y tienen un coste de 0,85€ las diez unidades.

    El siguiente paso es revisar el sistema de transmisión, que está compuesto por dos poleas que cambian de tamaño con las revoluciones del motor para hacer más fácil la salida y ganar velocidad en los desarrollos largos. Estas poleas con conocidas como embrague y variador y está unidas por una correa que permiten la transmisión entre motor y rueda. Después de retirar el embrague y el variador y la tapa del grupo de transmisión conocida como “mil tornillos”, observamos que también hay una cadena interna que ofrece movimiento al conjunto desde los pedales.

    Una vez desmontado el variador limpiaremos y comprobaremos el estado de los cinco rodillos y sustituiremos si fuera necesario. En el caso del embrague también comprobaremos el desgaste de las zapatas y los muelles que las soportan.

    Por último limpiaremos y revisaremos la cadena y el tensor. Es importante volverla a engrasar para un correcto funcionamiento y evitar su desgaste.

    Detalle del plato y la cadena de transmisión del vespino.

    Por último cambiaremos el aceite del carter que lubrica el conjunto de rodamientos de la rueda trasera y que es donde se aloja el trinquete para el paso de bici/moto. Podemos vaciarlo y volverlo a llenar desde el tornillo habilitado para ello y que está junto a la leva del freno trasero.

    El siguiente paso es revisar el grupo motor (cilindro, pistón, culata, carburador y escape) pero esto lo reflejaré en una nueva entrada del blog